MARIE CHANTAL: “LA SONRISA DE ÁFRICA”
Marie Chantal es una joven congoleña perteneciente a las Religiosas de San José de Gerona (SJG) a quienes estamos unidas con lazos firmes que van desde lo profesional a lo personal. Profesa una fe sólida que le ayuda a enfrentarse a su día a día con los más pobres y vulnerables de Rubare, RD Congo, su tierra natal. En realidad, tras años de intervención impecable, las religiosas han sabido ganarse el cariño y el respeto de la población trabajando con gran acierto áreas como salud y educación, las grandes olvidadas por la mayoría de los Gobiernos de los países en desarrollo.
Aprovechando un viaje a nuestro país, Marie Chantal pasó por ICLI para dejarnos su sonrisa y el testimonio de lo que es su trabajo en el continente. Para situarnos, cuando hablamos de Rubare, hemos de pensar en una localidad de unos 5.000 habitantes por la que ha pasado lo peor del ser humano: conflictos bélicos, abusos de todo tipo, hambre, … “Cuando se parte de tan abajo, casi todo lo que pueda venir es bueno”, confiesa Marie Chantal en un intento de buscar un poco de luz al más oscuro de los negros.
Marie Chantal, desde su posición como Responsable de Proyectos en Rubare, nos habló del Centro Nutricional donde reciben todos los casos de desnutrición de la región y que hace también las veces de centro de salud. Su trabajo con los más débiles es impecable y pasa –en ocasiones- por conseguir una dieta más equilibrada y rica en nutrientes. La teoría es fácil, la práctica no lo es tanto cuando se trata de luchar contra una escasez alimentaria que parece haberse asentado en Rubare de manera permanente.
Marie Chantal nos trajo también imágenes de la Escuela Maternal San José, su niña bonita, donde educan y atienden las necesidades alimentarias (leche y huevos) y médicas de los más pequeños y vulnerables durante los primeros años de su vida. 150 son los niños –y niñas- que alberga el centro. Cada uno de ellos por un periodo de tres años. A su finalización, con un poco de suerte, podrán acudir a la escuela primaria que, siendo obligatoria, no es gratuita en el país.
Nos habló también del molino de caña de azúcar que están construyendo con esfuerzo pero con mucho orgullo, y de la Cooperativa de Mujeres Vulnerables a las que se les ofrece la oportunidad de un futuro digno accediendo a un sistema de microcréditos con el que poder arrancar su actividad agrícola. Y cómo no, del Centro para el tratamiento de enfermos de epilepsia, proyecto con el que colaboramos, y que está ayudando a los enfermos tanto desde un punto de vista médico como social -son apartados y estigmatizados al ser considerados "embrujados"-.
Además de su sonrisa, la exposición estuvo plagada de imágenes que nos trasladaron por unos minutos a la realidad de Rubare. Nunca fue tan verdad que una imagen vale más que mil palabras. A pesar de los logros de la cooperación internacional, constatamos que el camino es lento y tortuoso por lo que nuestro trabajo sigue teniendo sentido y es necesario.
A su finalización, nos entregó un colorista cuadro tallado a mano con motivo del 20 aniversario de ICLI. Según nos comentó, el artista era un presidiario con mucho talento que ocupaba su tiempo en estas actividades. Gracias Marie Chantal y gracias a las Religiosas de SJG por tanto y tan bueno.