Se trataba de realizar dos escuelas primarias, una en Bocanda y otra en M’Batto, y ampliar una tercera en San Pedro, municipios todos ellos de Costa de Marfil, dirigidas a niños/as entre 6 y 14 años. Se han construido en total 20 clases, dos para cada nivel de la Enseñanza primaria, más ocho clases dedicadas al nivel de Quatrième del primer ciclo de la Enseñanza secundaria. Asimismo se ha construido una oficina para la administración de cada escuela.
Tienen todas el estatuto de escuelas municipales. El mantenimiento y los gastos generales corren por tanto a cargo de la municipalidad. Todo lo referente al aspecto académico y logístico es, sin embargo, competencia del Ministerio de Educación.
En San Pedro las cifras de los últimos censos muestran que aproximadamente la mitad de la población, alrededor de 70.000 personas, tienen menos de 16 años. Desgraciadamente la infraestructura educativa actual de la ciudad no ofrece más que de unas veinticinco mil plazas, incluyendo los establecimientos privados. Esto quiere decir que ya por un simple motivo de inexistencia de escuelas, la mitad de los jóvenes no reciben una enseñanza elemental o si la reciben, se reduce a muy pocos años dado el nivel extremo de selección que se lleva a cabo conforme el/la niño/a avanza en sus estudios.
En efecto, la falta de plazas hace que el pase a curso superior sea supeditado a un excelente rendimiento escolar o a los medios económicos que posea la familia, que podrá orientar al/la joven hacia la enseñanza privada en el caso de no ser admitido a continuar en la pública. Esto va en detrimento de la equidad y de la elevación general del nivel de instrucción que se pretende.
En Bocanda la escuela primaria pública se ubicaba en unas instalaciones antiguas y en muy mal estado. La seguridad de muros y techos era incierta y existía una cierta psicosis de peligro entre alumnos/as, padres y madres y profesores/as.
En M’Batto el proyecto pretende crear una escuela en el barrio Sud-oeste. Este es un barrio en expansión que carece de escuela primaria. Los/as niños/as están obligados a recorrer largas distancias para poder asistir a las clases. Existe por otra parte el grave problema del excesivo número de alumnos/as por clase que la nueva escuela está ayudando a disminuir gracias a una redistribución de alumnos.
El proyecto tenía un presupuesto de 228.400,00 euros y recibió una subvención del Gobierno Vasco de 156.000,00 euros en la Convocatoria de 1999. En la actualidad se encuentra finalizado y las escuelas, debidamente equipadas, están en funcionamiento.