Costa de Marfil ha sido un modelo de democracia en África. Sin embargo el país se encuentra sumido en una época de inestabilidad, que comenzó con el golpe de estado del 24 de diciembre de 1999. Tras este golpe se celebraron elecciones que, tras una serie de peripecias, dieron el poder a un partido que hasta ese momento había estado en la oposición. Posteriormente, en 2002, se declaró la guerra como consecuencia de un golpe de estado fallido, que acabó con la partición del país en dos zonas. La rebelde que ocupa el norte y el oeste, y la gubernamental, que ocupa el este y sur.
Esta partición responde a una realidad étnica, y aunque los intereses en juego son sobre todo económicos, el conflicto ha derivado hacia una confrontación étnica y religiosa, en la que un elemento esencial es el papel que los extranjeros inmigrantes jugarán en el futuro. Este último sector social representa un 25% de la población, en su mayoría musulmán.
La zona de intervención es, geográficamente, una zona de sabana, con tierras más bien pobres. Las localidades que nos ocupan son eminentemente rurales. Un 80% de su actividad está dedicada a la agricultura: cultivos de exportación (café, cacao; látex, algodón) y agricultura de subsistencia.
Esta región sufre de un déficit importante de infraestructura. La región N’Zi Comoë fue antiguamente una región pujante gracias a la llamada «Boucle» del cacao. Pero con el agostamiento de las tierras, la zona de explotación se desplazó hacia el oeste, dejando esta zona en situación de depresión.
M’Bahiakro es cabeza del Departamento, que incluye Prikro, otra pequeña sub-prefectura, siendo actualmente Prefecto D. Soro Kayaha. Se encuentra a 82 km de Bouaké y 80 km de Daoukro. El Departamento cuenta con una superficie de unos 5.000 km². La etnia mayoritaria es la baoulé-Abbey. La actividad principal es la agricultura (café, cacao, algodón), que ocupa al 60% de la población activa. La renta per cápita ronda los 152 euros.
El departamento de Daoukro cuenta con una población de 125.000 personas extendida sobre una superficie de 3.610 km². Cuenta con una prefectura, tres subprefecturas (Daoukro, Ouellé y Ettrokro) y 72 aldeas. La etnia mayoritaria es la baoulé. La actividad principal es la agricultura (63% de la población activa). La renta per cápita del orden de 60 €.
En Costa de Marfil el tanto por ciento de población que vive en localidades con electricidad es, según los últimos datos disponibles, del 49%. Esta tasa esconde sin embargo una grave deficiencia de reparto espacial: sobre un total de ocho mil quinientos núcleos de población, solamente están alimentados algo menos de dos mil, lo cual supone una tasa bastante baja de penetración, del orden del 25%.
El proyecto se dirige a varios colectivos:
* Colectivo de población rural del interior del país en estado generalizado de pobreza, con unos ingresos precarios e irregulares. En Costa de Marfil existe un gran desfase entre el mundo rural y el urbano. Una acción dirigida hacia los núcleos de población interior es beneficiosa para un sector de la población desfavorecida.
* Colectivo carente de electricidad (bien básico). La situación en términos de bienestar es precaria. Sin electricidad no existen posibilidades de desarrollo industrial o comercial.
* Otro colectivo de especial vulnerabilidad es de las niñas explotadas en instalaciones agrícolas o en el seno de las familias.
Concretamente la población beneficiaria son los habitantes de las tres localidades electrificadas (A’Akrifoukro, Panigokro y Abouadoukpinkro) y, de manera indirecta, los habitantes de la zona rural de Oanigokro, que gracias a la extensión de la media tensión podrán más fácilmente electrificar sus poblaciones en una fase posterior dentro del Plan Estratégico de los Ayuntamientos y Consejo General.
Se trata de personas con una renta per cápita de 152 $ en M’Bahiakro y 60 $ en Daoukro, totalmente dependientes de la evolución de las cosechas y de los precios internacionales del café, del cacao y del algodón. Es por ello una población de ingresos precarios e inestables. El número total de beneficiarios directos es de unas 1.800 personas, fundamentalmente de grupo étnico baoulé.
De manera indirecta la incidencia es mayor, puesto que se espera que el proyecto potenciará las actividades económicas y la pequeña industria. Si consideramos que una de las facetas es el alumbrado público, se puede estimar que el conjunto de la población de las diferentes localidades beneficia del proyecto.
El coste total de proyecto alcanzaba los 277.171,34 euros, y la subvención aprobada por el Gobierno Vasco fue de 211.887,60 euros.
Se trataba de realizar una extensión de la red eléctrica de media y baja tensión en tres localidades rurales: Akrifrouco en el municipio de M’bahiakro y Panigokro y Abouadoukpinkro en el municipio de Baoukro y de preparar la próxima electrificación de la región de Oanigokro.
El objetivo era mejorar las condiciones de vida de la población rural utilizando la energía eléctrica como medio potenciador de bienestar, de fortalecimiento de las entidades locales y del empoderamiento de las mujeres. El socio Local ha sido un consorcio formado por el Ayuntamiento de M’bahiakro y el Consejo General de Daoukro. La electrificación contribuye también al desarrollo de las cooperativas agrícolas de mujeres facilitando las tareas de transformación de la producción.