Costa de Marfil ha ratificado muchos convenios relativos a los derechos humanos. Sin embargo, estos derechos siguen siendo poco conocidos por gran parte de la población.
El IDHD, en colaboración con Ingeniería para la Cooperación - Lankidetzarako Ingeniaritza (ICLI) y con la ayuda del Gobierno Vasco y otros donantes, ha llevado a cabo un proyecto de apoyo al restablecimiento del estado de Derecho en una situación especialmente difícil provocada por un conflicto bélico y tensiones sociales en todos los niveles de la sociedad. La acción se ha dirigido a los sectores particularmente afectados por la crisis: los profesionales directamente relacionados con la administración de la justicia y la protección de los derechos, las mujeres, los jóvenes, en especial los desplazados de guerra y en situación de riesgo de tensiones sociales y los profesionales de los medios de comunicación.
El Observatorio de Derechos Humanos que el Instituto ha puesto en marcha se ha convertido en una plataforma casi obligada en la toma de decisiones en el ámbito jurídico, favoreciendo una simbiosis entre los juristas mediante una confrontación permanente entre los puntos de vista de los estudiosos del derecho y de los que, por su profesión, tienen que aplicarlo todos los días.
En Abidjan, ha habido seminarios de formación. Han sido formados estudiantes universitarios, amas de casa, magistrados, periodistas, jóvenes trabajadores y aquellos que buscan un empleo. Se ha podido llegar a un público tan heterogéneo gracias a la gran variedad de actividades organizadas.
El proyecto proponía varias líneas de acción para mejorar el estatuto jurídico de la mujer. Gracias a la perfecta sintonía con la ONG de Costa de Marfil “Education et Développement”, que cuenta con gran experiencia en la formación de la mujer, se han llevado a cabo acciones dirigidas a la capacitación de mujeres en materia de derechos humanos y a la promoción de asociaciones de mujeres para lograr una mayor participación de las mujeres en los órganos de decisión.
Mediante diversas campañas de divulgación, más de diez mil personas han podido recibir información sobre los derechos humanos. Todos saben ahora que, independientemente de su situación económica, pueden reivindicar ciertos derechos y tienen también el deber de respetar los derechos de los demás.