El proyecto se desarrolla en El Volante, un barrio muy degradado situado en el distrito Independencia de Lima (Perú), con elevados niveles de miseria, delincuencia y drogadicción.
La población beneficiaria de este proyecto la constituyen los niños y niñas, adolescentes, jóvenes y madres de familias que viven en el barrio.
El objetivo prioritario es mejorar la calidad de vida de las familias más desfavorecidas, en situación de extrema pobreza, potenciando la formación y creación de empleo entre las mujeres cabeza de familia del barrio; conseguir que los pequeños tengan una sana y equilibrada alimentación que beneficie a su salud y a su rendimiento escolar; permitir a las madres dejar a sus hijos e hijas más pequeños cuando van al trabajo en un centro donde se les presten las debidas atenciones, sin necesidad de que otro de sus hijos o hijas mayores descuiden sus estudios por asistir a los pequeños y dotar de una sala de biblioteca, estudio y computación para jóvenes y adolescentes.
El proyecto pretende crear entre 12 y 15 puestos de trabajo; atender a 30 niño/as, con edades comprendidas entre los 2 y los 8 años y servir entre 120 y 150 servicios diarios de cocina, que comprenden desayuno, comida y cena.
Para llevar adelante el proyecto se cuenta con un equipo de personas del mismo barrio constituidas en una ONGD, sin ánimo de lucro, denominada CJS (Centro de Jóvenes Solidarios), quienes se encargan del buen funcionamiento del proyecto, de la sostenibilidad del mismo y de recabar las ayudas institucionales peruanas pertinentes en busca de apoyos financieros y alimenticios.
El Centro Social se encuentra ya funcionando, con el esfuerzo y el entusiasmo que supone iniciar una nueva actividad. Como es natural, en este arranque se van viendo resultados positivos y al mismo tiempo surgen algunas dificultades.
Entre los logros podemos destacar que la alimentación de los tutelados es muy satisfactoria y está controlada ya que realizan las tres comidas, desayuno, comida y cena, en el mismo Centro, comidas que están programadas por una nutricionista. Como el Comedor está abierto al barrio en general, también la nutrición de otras personas del barrio se ve mejorada.
Otro aspecto positivo es que tanto la cocina y el comedor como la guardería lo gestionan varias mujeres del barrio, que han sido preparadas con cursos para desempeñar dichas funciones. Esto supone una mejora en su formación y la oportunidad de tener un empleo, dos aspectos que redundan en una mejora personal y económica para dichas mujeres.
Como dificultades observamos que la capacitación de las mujeres tiene que ser ampliada y también mantenida en el tiempo y que además puede y debe abrirse a todas las mujeres que lo deseen, aunque no vayan a trabajar en el Centro.
Por otro lado, pese a que el precio por las comidas diarias está muy aquilatado, no es asequible para las familias más necesitadas, y esta dificultad requiere una solución para que no se convierta en un comedor gratuito, de beneficencia, que propicie la cultura de la pobreza.
La gestión del Centro Social es el aspecto que consideramos de máxima importancia para garantizar la sostenibilidad del mismo y tanto nuestra contraparte CJS como la Junta de Perualde e IC-LI, con quienes estamos consorciados para el desarrollo del proyecto, pensamos que es necesario contar con algún apoyo directo allí mismo.
La financiación del proyecto se sustenta básicamente en subvención recibida de la Diputación Foral de Bizkaia de 153.000,00 euros, las aportaciones del consorcio constituido al 50 % por las ONGD´s IC-LI y PERUALDE, que asciende a 41.000,00 euros y la aportación realizada por la contraparte local CJS de 13.000,00 euros.