Roberto Costa

Roberto Costa trabaja en uno de los países más pobres de Iberoamérica, Ecuador. En Guayaquil se sumó al proyecto Hogar de Cristo, que se dedica principalmente a proporcionar viviendas a familias empobrecidas, de forma provisional hasta que pueden acceder a una casa de cemento y les ayuda con microcréditos.

¿Cómo conoció Hogar de Cristo?

Yo tenía 45 años. A mi llegada a Guayaquil pude conocer y trabajar con el promotor de Viviendas Hogar de Cristo, el padre Francisco García Jiménez, familiarmente llamado Tío Paco. Fui su colaborador hasta que su salud ya no respondió y fue a reponerse en Quito.

Usted relevó al “Tío Paco” y relanzó Hogar de Cristo hasta el macroproyecto que es hoy…

Encontré un Hogar de Cristo a punto de cerrarse, pues ya Tío Paco había perdido la esperanza de que alguien fuera a reemplazarle. Mi llegada fue como un balón de oxígeno que le devolvió la esperanza para continuar con esta labor. Él decía: “Vale más una casa de madera y caña hoy, que una de cemento que quizá no llegue”.

Dicha casita es el principio de una nueva vida del matrimonio. Son pocas las familias que entre los cinco y los ocho años no se han desarrollado y tienen ya una casa de cemento.

¿Cómo valora todo el trabajo hecho hasta ahora?

La vivienda nunca ha sido el fin de nuestra obra, sino el medio para poder llegar a dicha familia con un desarrollo integral de ella y de su vecindad o su comunidad. Nuestra meta siempre fue llegar a un desarrollo de la comunidad, pero las circunstancias no fueron propicias porque los suburbios de Guayaquil eran enormes y las familias favorecidas con una vivienda estaban muy dispersas.

“El Niño” generó una migración del campo a las grandes ciudades. A Guayaquil llegaron más de 300.000 personas. Nuestro trabajo se concentró en las zonas ocupadas por dichos emigrantes y en Guayaquil, en la zona noroeste de la vía perimetral, donde actualmente habitan unas 30.000 familias, equivalente a unas 150.000 personas aproximadamente.

¿Cómo son, arquitectónicamente, las casas de caña y madera de las que se benefician las familias?

Las casitas de Hogar de Cristo tienen 23 metros cuadrados. Son de un sólo ambiente, para que las familias las puedan adaptar a sus necesidades. La casa está fabricada con materiales autóctonos de la costa, como la madera y la caña bambú, que le brindan un ambiente fresco en nuestro clima, propio de la zona ecuatorial. Nuestras casas son concebidas como su primera vivienda, con la que inician su plan familiar y poco a poco la van transformando en una casa definitiva, con pilares y bloques de concreto o ladrillo.

¿A qué fines se suelen destinar los microcréditos? ¿Cuál es el perfil de las mujeres beneficiarias?

En el suroeste de Guayaquil ya había grupos de familias que disfrutaban de nuestras casitas, y vimos la posibilidad de hacer grupos solidarios. Fue fácil hacerlo, con bancos comunales, microempresas y capacitación para un trabajo digno, para que las amas de casa se convirtieran en gestoras de su desarrollo, proporcionándoles ayuda escolar para sus hijos e instalando más dispensarios de salud que las asistieran con guarderías y que además fuera un sitio que funcionara como centro comunal.

¿Cómo se decide a qué familia entregar una casa de madera?

Hogar de Cristo es una obra con características empresariales y metas sociales y asistenciales, con un equilibrio entre ellas para no caer en el paternalismo y poder servir a los más empobrecidos en calidad, cantidad y bajos costos. Tienen preferencia las familias que tengan más hijos y menores ingresos.

¿Cómo son las relaciones entre Hogar de Cristo y las autoridades de la República?

Las autoridades del Ecuador nos ayudaron únicamente cuando se produjo el desastre del Niño; hicimos 35.000 casas que se distribuyeron alrededor de la costa ecuatoriana.

¿Se ampliará la cobertura geográfica de la obra?

Actualmente nuestra prioridad no es seguir creciendo, sino fortalecer nuestros programas de acción y a nuestros colaboradores para seguir trabajando de manera comprometida por quienes lo necesiten.

Ecuador es uno de los países que más ayuda recibe de la cooperación española. ¿Cuántas ONG están trabajando allí y cuál es su papel?

Cerca de 50 o 60 ONG han desplegado su ayuda en todo el Ecuador, su trabajo está orientado mucho al desarrollo en comunidades y proyectos educativos.

¿Cuáles son las enfermedades que más azotan a los barrios marginales?

Los niños son los más vulnerables. Las enfermedades respiratorias son las más recurrentes; a éstas les siguen las enfermedades del aparato digestivo; la parasitosis es la más frecuente. La desnutrición, salmonelosis, infecciones urinarias son algunos ejemplos de las dolencias de los ecuatorianos.

La pobreza en Ecuador se ceba en especial con los menores indígenas…

Los indígenas acaban ocupando las tierras menos productivas y de clima extremo. La ignorancia es su principal pobreza.